lunes, 11 de marzo de 2013
La Gran Guerra supuso un duro
golpe para Europa, que afectará no solo a la economía, sino a la sociedad, la
cultura y las mentalidades.
Se produce una crisis social, que abre paso a una época pesimista. El
ser humano, cuya civilización y progreso parecía no tener límites desde la Revolución Industrial,
fue incapaz de evitar la guerra. Este pesimismo, sin embargo, conducirá a
cierto afán vitalista. Se valorará más la vida y el ocio que antes, lo que
conduce a una relajación de costumbres que se desarrollara durante los Felices
Años 20, en contraposición al puritanismo típico burgués.
Los Felices 20:
Durante este periodo se vive un cierto auge económico, sobre todo en
países extraeuropeos (como EE.UU, Japón o Argentina) que no habían vivido la
guerra en su territorio.
Hay un auge de la industria gracias a la producción en cadena, y
enfocada al consumo, destacando el automóvil o la química. A esto se une un
desarrollo de la publicidad, del cine, y de los deportes de masas que
permitirán a la gente disfrutar de la vida más intensamente. El dinero se
conseguía de manera relativamente fácil, se invertía en bolsa, los bancos daban
créditos a diestro y siniestro y había pleno empleo en muchos países.
Crisis del 29:
Esta situación de compra y venta de productos (especulación) hizo elevar
los precios por encima de su valor real (como en España hace unos años con el
precio de la vivienda, que se hizo inasequible para la mayoría de la gente).
Esta burbuja económica explotó en octubre de 1929, que llevó a un
desplome repentino de los precios, lo que hizo que todo el mundo quisiera
vender sus acciones, sin encontrar comprador. Si antes una acción en una
empresa costaba por ejemplo 10$ de repente no valía nada. Muchas personas
tenían todos sus ahorros en bolsa y de la noche a la mañana se vieron en la
calle, lo mismo que muchas empresas y bancos, que se vieron obligados a cerrar,
mandando a todos sus trabajadores a la calle.
La Gran Depresión:
El periodo que va desde 1929 hasta la Segunda Guerra
Mundial fue un momento de escasez, pobreza, paro y crisis social y política.
Todos aquellos que tenían trabajo lo perdieron, por lo que echaron la
culpa a las democracias, que no habían podido evitar la crisis. Los políticos
eran vistos como ignorantes corruptos, lo que trajo al radicalismo
(totalitarismos y fascismos) político.
La mayoría de los países europeos (salvo Gran Bretaña y Francia) cayeron
en brazos de gobiernos de corte totalitario y fascista, lo que en el fondo
agudizó más los problemas.
Tan solo EE.UU supo solucionar su crisis de manera inteligente. Es lo
que se conoce como el New Deal, que abandonaba momentáneamente el liberalismo
económico (que no permitía al Estado intervenir en la economía) a fin de
reactivar la el sistema desde abajo (ayudando al pueblo) en vez de desde arriba
(prestando ayuda a los bancos y grandes empresas). Así se obligó a los bancos a
conceder créditos a bajo interés a familias y empresas, se subvencionó la
agricultura y la industria (para que fuera rentable y no despidiera a más
gente), se crean subsidios de desempleo y se construyeron obras públicas (embalses,
carreteras etc, fueran o no necesarias, lo importante era dar trabajo a la
gente para que consumiera).
A la larga el New Deal fue un éxito, y convirtió a EE.UU en un país
fuerte, mientras que la vieja Europa se hundía irremediablemente en el pozo de
los totalitarismos, lo que llevó directamente a la Segunda Guerra
Mundial en 1939.