martes, 30 de octubre de 2012
- Asamblea Legislativa
- Convención
- Directorio
- Consulado
Una vez que la Asamblea Constituyente
cumple su función, es sustituida por la ASAMBLEA LEGISLATIVA (octubre de 1791 – agosto de
1792), que duró apenas un año y que tuvo que enfrentarse a varios problemas:
- Oposición de los nobles, muchos de los cuales empezaban a exiliarse en Inglaterra y a conspirar desde allí. El propio rey será ahora detenido intentando huir de Francia. En este contexto está ambientado el famoso ciclo de novelas de la Pimpinela Escarlata, cuya lectura os recomiendo.
- Otro problema era la agitación de grupos radicales, como los Girondinos (que representaban a la burguesía media) o los Jacobinos, que eran más activos todavía (baja burguesía). A parte estaban los llamados Sans Culottes, que era el pueblo llano de París, poco instruido, hambriento y salvaje en sus formas (hoy en día el gobierno los llamaría antisistema).
- Las potencias extranjeras suponen el tercer gran problema. Países absolutistas (o sea que aún vivían en el Antiguo Régimen) como Austria (patria de la reina María Antonieta) y Prusia que al final, si bien no consiguen invadir Francia, sí que la vencen militarmente.
En este momento descubren
unas cartas en las que se demuestra claramente que Luís XVI estaba compinchado
con austriacos y prusianos. El rey es acusado de alta traición, por lo que los
grupos radicales piden una reforma en la constitución y la creación de una
Convención. El rey va directo al calabozo. Mientras tanto, Francia vence a los
prusianos en la batalla de Valmy (esto hace que muchos países cierren sus
fronteras con Francia, por temor a la expansión de las ideas revolucionaria).
El mismo día de la victoria
de Valmy, se declara LA CONVENCIÓN (1792 –
1795), que lo primero que hace es declarar la república y guillotinar al rey.
Ante esto casi todos los países europeos (incluida España) se unen en una
gigantesca coalición y declaran la guerra a Francia. Pero no es tan fácil
vencer a los galos, que henchidos de fervor revolucionario, conquistan Niza y
Saboya (en la frontera italiana) así como Bélgica. El ejército francés ya
apuntaba maneras, y pronto, como sabemos, se convertirá en el mejor de Europa
(eso ya con Napoleón).
A pesar de todo esto,
algunos jacobinos radicales piden medidas aún más revolucionarias, por lo que
darán un golpe de estado y proclamarán la constitución
de 1793. El hombre más importante de Francia en este momento será Robespierre (llamado el incorruptible),
que impondrá un régimen de terror guillotinando a todos sus enemigos (y también
a algunos amigos, por si acaso). Al final, él mismo acabará pasado por la
cuchilla.
Una vez depuesto el régimen
de terror, comienza el periodo que se conoce como DIRECTORIO (1795 – 1799), en el cual 5 directores tendrán el poder
ejecutivo (los otros dos poderes estarán en manos de legisladores y jueces, ya
que había separación de poderes). Aprueban además la constitución de 1795, que era más bien poco revolucionaria.
En tiempos de Robespierre,
se cobraban más impuestos a los más ricos, había medidas sociales para pobres y
ancianos, un precio mínimo para el pan etc. Sin embargo el Directorio terminará
de golpe con todo esto. El pueblo protestará, pero será sofocado sin
contemplaciones. Además el gobierno durante este periodo será muy inestable y
corrupto, y cada vez más dependiente del dinero que traían los militares
franceses que hacían la guerra fuera de Francia. Napoleón Bonaparte, por ejemplo, estaba en este momento en Egipto,
luchando contra los ingleses y pensando en invadir Austria.
Al final, el joven y
brillante general, ante un ataque de peste que se cebó en su ejército, se
marcha a París, y lo que hace nada más llegar (ante la situación caótica y el
gobierno ineficaz) es dar un golpe de estado en noviembre de 1799. Surge ahora
la siguiente etapa, que se conoce como el CONSULADO
(1799 – 1804), en donde Napoleón cambiará los destinos de Francia y de
Europa para siempre, aunque de eso se hablará en el tema siguiente.